La restauración es un proceso lento y meticuloso que busca devolver la apariencia original y frenar el deterioro natural de las obras de arte. El paso del tiempo se hace notorio en todas las piezas artísticas, y en función de la naturaleza y las técnicas empleadas en ellas, este será más o menos visible. Por esta razón podemos diferenciar entre obras extremadamente sensibles, como pueden ser los documentos gráficos, con una mayor necesidad de intervención de urgencia; sensibles como la pintura sobre caballete o la escultura de madera y poco sensibles, todas aquellas realizadas con material pétreo o cerámico. No obstante, esta degradación también dependerá del entorno en el que se encuentren ; por ello, junto con el informe de restauración se proporcionaran una serie de recomendaciones para una adecuada conservación de las obras ya restauradas.
PINTURA SOBRE LIENZO
El uso del lienzo comienza a generalizarse en torno al siglo XV en Italia, expandiéndose por toda Europa en el siglo siguiente. La tela permitió hacer obras de un tamaño muy superior debido a la notable diferencia de peso con las tablas. A partir de entonces, propiciado también por el abaratamiento de estos materiales, el uso de la madera se reduce considerablemente.
Las telas utilizadas para la creación de cuadros suelen ser tratadas con imprimaciones y estucos antes de la realización de la pintura. La técnica pictórica mayoritariamente utilizada a partir de los siglos XVI-XVII es el óleo, por su mayor plasticidad , no obstante, podemos encontrarnos temples o encáusticas en esas fechas aunque en menor medida.
Las patologías más presentes en las obras realizadas con lienzo son los destensados, las roturas, faltas en la policromía por degradación de los adhesivos y el envejecimiento de los barnices, lo que genera un velo translúcido y amarillento. (En la imagen de la derecha se puede apreciar el contraste de la zona ya limpia y la que aún mantiene el barniz oxidado).
PINTURA SOBRE TABLA
La pintura sobre tabla se ha usado desde época egipcia, aunque deben destacarse los retratos de El Fayum, pinturas funerarias realizadas del siglo II al IV en encáustica. No obstante el mayor esplendor de la tabla tiene lugar durante la Edad Media, siendo el soporte principal en la creación pictórica. Las tablas durante el medievo llevaban un meticuloso proceso de preparación previo a la pintura. Cuando se unían tablas, para conseguir un formato de mayor tamaño, las juntas eran protegidas con esparto o telas encoladas (proceso que dará lugar a la pintura sobre lienzo) y posteriormente era cubierta toda la superficie con diferentes capas de estuco de mayor a menor grosor de grano. La madera utilizada difiere mucho del lugar de fabricación, así, el nogal es predominante en la zona norte de Europa , estando el pino y el castaño más presentes en las regiones del sur, principalmente en la región mediterránea, debido a sus condiciones ambientales.
Para la restauración de la pintura sobre tabla, es imprescindible conocer los movimientos naturales de la madera, los diferentes tipos de ensamblajes que presenta y la preparación del soporte. A pesar de ser un material de mayor resistencia que el lienzo, la madera es muy sensible a cambios de humedad y temperatura, variando su tamaño progresivamente y de manera muchas veces inapreciable pero que puede generar craqueladuras, levantamiento de pintura y grietas. Además de estas patologías, al igual que el lienzo, la capa pictórica suele verse enmascarada por un velo amarillento producido por la oxidación de los barnices, repintes o malas restauraciones realizadas a lo largo de la historia del objeto artístico.
ESCULTURA
Los materiales utilizados en la generación de obra escultórica son muy variados. Encontramos desde materiales tradicionales como la piedra, el metal, la madera o la arcilla hasta otros contemporáneos como pueden ser las resinas, el orgánico… También difiere en gran medida de la época, el lugar de creación y lugar de destino, siendo desde la Edad Media hasta la Edad Contemporánea la madera policromada el material principal en España para esculturas devocionales y la piedra para esculturas arquitectónicas y monumentales. La terracota era usada principalmente para la creación de bocetos, hoy día muy cotizados en el mercado del arte. En la actualidad, desde las vanguardias, el abanico de material usado en la creación escultórica es mucho más amplio y confiere mayor complejidad a la hora de intervenir las obras.
Las patologías más comunes en las obras escultóricas son las grietas, las faltas volumétricas y de la capa de policromía, la fragmentación de la obra y el envejecimiento del barniz de protección. No obstante las intervenciones realizadas en nuestro taller se adaptan de manera individual a cada pieza.
ARQUEOLOGÍA
La restauración arqueológica ocupa un amplio campo de trabajo. Se considera material arqueológico todo aquel objeto o edificio extraído con técnicas arqueológicas, por lo que el hilo histórico abarca desde el Jurásico hasta la Edad Contemporánea. Los criterios en cuanto a la restauración de estos objetos o edificios son diferentes a los del resto de restauraciones, pues prima por encima de todo la autenticidad de los materiales al margen de su carácter artístico. Los materiales más habituales que podemos encontrar son el pétreo, el cerámico y los metales, aunque en el caso de yacimientos más próximos a nuestra época hay mayor cantidad de material orgánico como tejidos o maderas.
Esta labor de restauración en muchas de ocasiones ha de realizarse in situ, tanto a la hora de la extracción (debido a los bruscos cambios ambientales que sufre el objeto) así como a la imposibilidad de ser intervenidos en taller, como puede ser el caso de objetos de grandes dimensiones o estructuras arquitectónicas. Hallazgos arqueológicos en cuya restauración han trabajado los integrantes de PIGMALION han sido, son la Villa romana de la localidad Granadina de Salar del siglo II al IV d.C o el yacimiento de los asentamientos Maquis situados en la sierra de Loja del 1953.
ARTES DECORATIVAS
Son todas aquellas actividades artísticas destinadas a producir objetos con una finalidad a la vez utilitaria y ornamental. En esta categoría encontramos muy diversas piezas ( marcos, lámparas, muebles, vasijas…) con procedimientos y técnicas diferentes como pueden ser la ebanistería, la orfebrería, la cerámica, la tapicería …etc.
Mientras que otras formas artísticas como la pintura y la escultura pueden tener un campo de creación ilimitado, los muebles, por su evidente funcionalidad, están necesariamente sujetos a ciertas normas físicas de estabilidad, adecuación al uso y proporción al cuerpo humano, semejantes incluso a las limitaciones propias de la arquitectura.
Podemos establecer una distinción en el mobiliario entre:
- Mueble histórico, entendiendo que se trata de un objeto artístico que reclama intervenciones y criterios de intervención más próximos a los convencionales, y donde el objetivo de restaurar se centra en la originalidad de la pieza, su estética y materiales.
- Mueble antiguo, entendiendo que se trata de un objeto que, aunque decorativo, es exclusivamente funcional. Cada vez es más habitual la reutilización de muebles antiguos y, dado que la moda y los gustos cambian, es comprensible que estéticamente no nos convenzan en nuestro hogar y deseemos modificarlos. Evidentemente si no se trata de un mueble histórico, como restauradores defendemos esta posibilidad ya que los muebles que no se hacían de forma industrial presentan materiales mucho más macizos y duraderos y es labor de todos reciclar , más aún si se puede conseguir lo que se busca con algo que ya se tiene. En ese caso, los criterios serían otros que los que se aplican en la disciplina de la restauración, pues, por ejemplo, el cambio de color o la modificación de algún elemento que se adecue más a los gustos personales tienen cabida.
CONSERVACIÓN PREVENTIVA Y CORREOS
A menudo, el trabajo de un restaurador no tiene un resultado final visible o tangible como sucede con las restauraciones de obras de arte, pero donde su presencia es esencial para el correcto mantenimiento del objeto en el futuro.
Es el caso de la labor de la conservación preventiva que se fundamenta en una estrategia basada en un método de trabajo sistemático que tiene por objetivo evitar o minimizar el deterioro mediante el seguimiento y control de los riesgos que pueden afectar a un bien cultural.
PIGMALION ha realizado el seguimiento de todas las piezas textiles cedidas por el Museo del traje de Madrid y la Fondazione Musei Civici di Venezia para la exposición temporal Mariano Fortuny and Madrazo.Granada to Venice en la sala de exposiciones de la Fundación CajaGRANADA, donde periódicamente se realizaba un microaspirado de las obras con el objetivo de evitar la acumulación de polvo
El traslado de obras de arte para una exposición supone un riesgo para el propio bien Por otra parte, el traslado de obras de arte para una exposición supone un riesgo para el propio bien cultural, y es por eso por lo que la figura del correo garantiza minimizar el deterioro durante el transporte, analizando y fotografiando el estado exacto en el que se encuentra la obra en el punto de partida antes de embalarla, acompañándola durante el transporte en ocasiones y volviendo a analizar el estado en el que se encuentra una vez desembalada en el espacio expositivo.
PIGMALIÓN ha sido correos de numerosas piezas para la exposición «Jardín abierto» organizada por la Universidad de Granada en el Palacio del Almirante.
PIGMALION. Restauración y arte. 